¿Siente algo de confusión sobre cómo tomar adecuadamente suplementos de magnesio, calcio o vitaminas D y K2? (Primera parte)
Suplementar cualquier vitamina o mineral de forma aislada con respecto a otros micronutrientes puede entrañar riesgos para nuestro organismo.
«Estoy tomando 20 000 unidades de vitamina D porque mi médico me ha dicho que tengo un nivel bajo en los análisis... Terminé en el hospital debido a un cálculo renal... ¿Qué cree que lo ha provocado?»
«Tengo osteoporosis y tomo grandes dosis de calcio... Mis articulaciones están hinchadas y me duelen... Mi prueba de densidad ósea es peor...»
«No puedo comer vegetales verdes debido a los anticoagulantes... Mi osteopenia ha empeorado y tengo miedo de acabar sufriendo osteoporosis...»
¿Se identifica con alguna de las quejas anteriores? ¿También tiene una lista de quejas relacionadas con algún tipo de malestar, a pesar de está tomando altas dosis de varios suplementos?
Todos los días recibo correos electrónicos con historias como estas. Permítanme que les ofrezca algo de formación para que aprendan a tomar buenas decisiones en materia de suplementación. Empezaremos este proceso aclarando algunos malentendidos sobre por qué y cómo conviene utilizar los suplementos de magnesio, calcio, vitamina D y vitamina K.
Su médico no lo sabe todo
Lamentablemente, la mayoría de los médicos alópatas tienen muy poca formación sobre nutrición. Si bien es cierto que pueden redactar y recomendar análisis de sangre —para que usted, como paciente, pueda utilizar los resultados a modo de guía para sus propias investigaciones sobre su bienestar personal—, la mayoría de los médicos no comprenden del todo los resultados nutricionales de estos análisis.
Supongamos, por ejemplo, que usted se hace una prueba de vitamina D. Una puntuación baja en los niveles de vitamina D no indica necesariamente qué puede estar mal en su organismo. (Le daré una pista para más adelante: los niveles de vitamina D están relacionados con los de magnesio, calcio y vitamina K). Pero lo más probable es que su médico le recomiende tomar dosis elevadas de vitamina D, pues su formación le dice que estos valores bajos son un problema. De esta forma, tratará de resolver su llamada «deficiencia de vitamina D» de forma aislada con respecto a sus otros compañeros nutricionales.
El magnesio, el calcio, la vitamina D y la vitamina K van de la mano
Como la gente está tan acostumbrada al enfoque alopático que consiste en «aislar y tratar», no entiende que existe una fuerte relación entre el magnesio, el calcio, la vitamina D y la vitamina K. En los próximos artículos describiré cada uno de estas sustancias por separado. Señalaré también cómo funcionan en esta asociación y cómo podemos saber si necesitamos complementar uno o más de ellos.
Por qué aislar cada nutriente es un problema
En mi edición de 2017 de «The Magnesium Miracle», divulgué información detallada sobre la relación entre el magnesio, el calcio y la vitamina D:
El magnesio es necesario para muchos pasos de la ruta metabólica de la vitamina D, incluida la conversión de la vitamina D desde su forma almacenada (que es también la que se encuentra en los suplementos) a su forma activa. Esto significa que si toma dosis extremadamente altas de vitamina D, podría terminar sufriendo una deficiencia de magnesio y no saber a qué se debe.
Por si fuera poco, la vitamina D aumenta la absorción del calcio en el tracto digestivo. Cuando se empiezan a tomar dosis elevadas de vitamina D, se puede acumular tanto calcio que este sobrepasa los valores de magnesio y lo elimina del cuerpo, lo que provoca la calcificación de los tejidos y la deficiencia de magnesio.
Más adelante, en el libro, aporto más información sobre la función de la vitamina K:
Para el buen funcionamiento de la vitamina D, el calcio y el magnesio, recomiendo tomar vitamina K2. . El Dr. Weston Price, que da nombre a la Weston A. Price Foundation, es el responsable de haber descubierto el llamado Factor X, que resultó ser en realidad la vitamina K2. La vitamina K2 ayuda a transportar el calcio hasta los huesos, donde se necesita, en lugar de dejar que circule por los vasos sanguíneos y otros tejidos blandos, calcificándolos.
Mis comentarios sobre las quejas iniciales
«Estoy tomando 20 000 unidades de vitamina D porque mi médico me ha dicho que tengo un nivel bajo en los análisis... Terminé en el hospital debido a un cálculo renal... ¿Qué cree que lo ha provocado?»
Mi opinión es que esta persona está tomando demasiados suplementos de vitamina D, a lo que se suma una deficiencia de magnesio. También es posible que este desequilibrio nutricional esté impidiendo llevar hasta los huesos el calcio de forma eficiente.
«Tengo osteoporosis y tomo grandes dosis de calcio... Mis articulaciones están hinchadas y me duelen... Mi prueba de densidad ósea es peor...»
En este caso, le sugeriría suplementarse con más magnesio y reducir gradualmente la suplementación de calcio. Si una persona padece una deficiencia de magnesio, los suplementos de calcio no mejorarán su salud ósea.
«No puedo comer vegetales verdes debido a los anticoagulantes... Mi osteopenia ha empeorado y tengo miedo de acabar sufriendo osteoporosis...»
Mi osteopenia ha empeorado y tengo miedo de acabar sufriendo osteoporosis...» Como he mencionado antes, la vitamina K controla el transporte de calcio hasta los huesos. ¿Es posible que este paciente sufra una deficiencia de vitamina K? Abordo este asunto más adelante en otro artículo.
¡No se pierda el resto de mis artículos!
Dra. Carolyn Dean